
Cuando comencé a meterme en el mundo de la Carpintería, lo primero que me compré fue una caladora de mano, que sólo pagué cien pesos. Desde aquella primera máquina pasaron 11 años y hasta el día de hoy, muchas caladoras más (creo que perdí la cuenta). Tuve algunas geniales y también me llevé varios chascos… Pero sobre todo (y de manera autodidacta, #AFuerzaDeErrores) aprendí a darle el uso correcto, que es lo más importante para que la herramienta dure, y también para evitar accidentes.
Es importante que recuerden siempre que cada herramienta tiene un uso específico. Si querés un corte perfectamente recto, la caladora no es la herramienta indicada. Si bien hay varias guías y reglas que ayudan a cortar derecho, no proporciona un corte perfectamente limpio y recto. Para eso lo ideal es una sierra circular.
Obvio que podés usarla para cortar recto, pero esa rectitud va a depender de tu pulso, y siempre se puede emprolijar un poco con lija después 😉
Cada hoja de sierra tiene un propósito y está hecha para un material determinado. Mirá estos ejemplos:

Si tu máquina tiene velocidades, ¡aprovechalas! No todas cuentan con esta ventaja que obviamente encarece su precio.
- Si vas a cortar metal usala en máximo, así la sierra no se traba en el acero
- Si vas a cortar plástico usala a velocidad media-baja para que no levante temperatura y no se te derrita el borde cortado del plástico y así arruines la hojita de sierra.
- Si vas a cortar madera depende del espesor y la dureza, siempre pensa que cuando más rápido ande, más se calienta la sierra y si tu madera es tan dura que no te permite avanzar… probablemente empieces a quemar la sierrita (se desafila) y la madera también se chamusque un poquito…y eso es porque seguramente necesites una sierra con dientes más grandes y afilados

Siempre es importante que estés atenta a la maquina, sus ruidos, las velocidades. Te estamos dando consejos muy generales que valen para todas las caladoras, pero no todas las maquinas son exactamente iguales.
¡Nos vemos la próxima!